Exposición de París 1889: símbolo del progreso y nacimiento de la Torre Eiffel
La Exposicion de paris 1889 fue una de las ferias universales más emblemáticas de la historia, organizada para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa. Este evento internacional atrajo a millones de visitantes de todo el mundo y marcó un hito en el desarrollo tecnológico y cultural del siglo XIX. Su mayor legado fue la inauguración de la Torre Eiffel, construida como entrada principal a la exposición y que se convertiría en el ícono de París. La feria exhibió inventos, avances industriales y expresiones artísticas de más de 30 países, reflejando el espíritu de modernidad y competencia global. Hoy en día, la Exposición Universal de 1889 sigue siendo recordada como un punto de inflexión en la historia de las exposiciones mundiales.
El proyecto que dividió opiniones
Cuando el gobierno francés organizó la Exposicion de paris 1889, quería mostrarle al mundo el poder tecnológico e industrial de Francia, celebrando además el centenario de la Revolución Francesa. Fue así como se aprobó la construcción de una estructura monumental que desafiara los límites de la ingeniería: una torre de hierro de 300 metros de altura.
El encargado del proyecto fue el ingeniero Gustave Eiffel, quien junto a su equipo diseñó y levantó la estructura en solo dos años, dos meses y cinco días, un logro impresionante para la época.
De monstruo de hierro a emblema nacional
Pese a su magnitud y originalidad, la torre fue duramente criticada por artistas e intelectuales del momento, que la consideraban una aberración visual. Sin embargo, Eiffel defendió su creación como una proeza técnica y símbolo de modernidad.
Con el paso de los años, la Torre Eiffel no solo fue aceptada, sino que se convirtió en el ícono más reconocible de París. Actualmente recibe más de 7 millones de visitantes al año y es una de las estructuras más fotografiadas del mundo.
Curiosidades que quizás no sabías
La torre fue pensada como estructura temporal: debía desmontarse después de 20 años, pero se salvó gracias a su utilidad como antena de radio.
Está formada por más de 18,000 piezas de hierro y unidas por 2.5 millones de remaches.
Gustave Eiffel utilizó su cima como laboratorio de meteorología y experimentación científica.
Durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial, los franceses cortaron los cables del ascensor para que Hitler no pudiera subir.
Conclusión
La historia de la Torre Eiffel es la prueba de que la innovación suele generar controversia, pero también de que una visión audaz puede superar cualquier crítica. Lo que una vez fue tachado de feo e inútil, hoy es patrimonio cultural de la humanidad y símbolo eterno del ingenio humano. Torre Eiffel Exposición Universal 1889
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