Violencia en CDMX: ataques directos y desapariciones elevan la percepción de inseguridad

Violencia y temor: la percepción de inseguridad crece en la CDMX

La percepción de inseguridad en la Ciudad de México vuelve a subir, impulsada por una serie de ataques directos, balaceras en plena vía pública y una ola creciente de desapariciones que han sacudido distintas zonas de la capital. En barrios y colonias donde antes predominaba la tranquilidad, hoy la ciudadanía vive con mayor precaución, desconfiando incluso de los espacios que antes se consideraban seguros.

Según los datos más recientes del INEGI, seis de cada diez habitantes aseguran sentirse inseguros en su ciudad. En la CDMX, esa sensación se eleva todavía más en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Tláhuac, donde el miedo a ser víctima de un delito ya forma parte de la rutina diaria. En estas zonas, los testimonios se repiten: vecinos que evitan salir de noche, comerciantes que han sido asaltados más de una vez y familias que han aprendido a moverse con cautela.


Ataques directos y desapariciones: los detonantes

Durante los últimos meses se han registrado varios ataques armados contra personas que circulaban en vehículo o caminaban por avenidas principales. La presencia de grupos que operan en motocicleta, así como los robos con violencia en zonas residenciales, han alimentado el temor. A esto se suma una ola de desapariciones que ha puesto en alerta a familias de todas las edades y estratos sociales.

La combinación de ambos fenómenos —violencia visible y ausencias silenciosas— ha deteriorado la sensación de seguridad, incluso cuando las autoridades capitalinas sostienen que los delitos de alto impacto han disminuido. Para muchos ciudadanos, las cifras oficiales ya no bastan: lo que pesa es la experiencia cotidiana.


Desconexión entre cifras y realidad

Mientras los reportes gubernamentales aseguran que la incidencia delictiva ha bajado, la percepción social va en dirección opuesta. Analistas en seguridad explican que esto ocurre cuando la población no percibe presencia policial efectiva ni respuestas inmediatas ante emergencias. “Los ciudadanos no solo quieren estadísticas, quieren ver resultados tangibles en su entorno”, coinciden expertos.

En calles y redes sociales, el tema de la inseguridad domina las conversaciones. Videos de asaltos, persecuciones y desapariciones se vuelven virales en cuestión de horas, generando una sensación colectiva de vulnerabilidad que trasciende los datos.


El desafío para la autoridad

El reto para el gobierno capitalino es doble: contener la violencia y reconstruir la confianza ciudadana. La comunicación oficial ha insistido en que los casos recientes son “hechos aislados”, pero la percepción pública los interpreta como parte de un patrón más amplio.
Organizaciones vecinales y colectivos ciudadanos exigen medidas concretas: más patrullajes, cámaras funcionales, y sobre todo, justicia visible para las víctimas.

La percepción de inseguridad en la CDMX ya no solo se trata de estadísticas: es un estado de ánimo social que refleja el desgaste entre la población y sus instituciones. En una ciudad que nunca duerme, el miedo se ha vuelto un habitante más.

Operativo en Azcapotzalco deja cuatro detenidos tras cateos simultáneos en CDMX

Operativo en Azcapotzalco y Álvaro Obregón dejó como resultado la detención de cuatro personas y el aseguramiento de más de 370 porciones de presuntas sustancias ilícitas durante acciones coordinadas entre autoridades capitalinas.

El operativo en Azcapotzalco se realizó en la colonia Aldana, donde fue capturada una pareja en posesión de múltiples envoltorios con hierba seca y material para su distribución. De forma simultánea, en la colonia La Conchita, en Álvaro Obregón, fueron detenidos dos hombres y decomisadas diversas dosis de polvo blanco y cartuchos útiles.

Ambos cateos fueron ejecutados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, como parte de una estrategia integral para combatir la venta ilegal de sustancias en zonas urbanas.

Los inmuebles quedaron bajo resguardo de las autoridades, mientras los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público. Con estas acciones, las instituciones buscan reforzar la seguridad en el noroeste y poniente de la capital, donde se han detectado focos de actividad delictiva.