La fortaleza del peso mexicano frente al dólar volvió a quedar en evidencia en los últimos días, luego de que el tipo de cambio se acercara nuevamente a la zona de los 18 pesos por dólar, un nivel que no se observaba con frecuencia desde el año pasado. Este comportamiento confirma el buen momento que atraviesa la moneda nacional en los mercados financieros.
Durante 2025, el peso ha mostrado resiliencia frente a la volatilidad internacional, apoyado por un entorno de tasas de interés todavía elevadas en México, lo que ha mantenido atractivo al país para inversionistas que buscan mejores rendimientos. Este flujo de capital ha contribuido a sostener la demanda de pesos y a limitar el avance del dólar.
A la par, ingresos constantes por exportaciones, remesas y proyectos de inversión extranjera han fortalecido las cuentas externas del país, reduciendo presiones sobre el tipo de cambio. Estos factores han permitido que el peso destaque entre las monedas emergentes, incluso en un escenario global de ajustes monetarios y tensiones financieras.
Sin embargo, especialistas señalan que la fortaleza cambiaria no está exenta de riesgos. Una eventual reducción más acelerada en las tasas de interés o un cambio en el ánimo de los mercados internacionales podría provocar movimientos bruscos en el tipo de cambio, especialmente si aumenta la aversión al riesgo.
Por ahora, el comportamiento del peso refleja confianza en la estabilidad económica del país, aunque analistas advierten que estos niveles podrían no ser permanentes. El desempeño futuro dependerá de la evolución de la política monetaria, tanto interna como externa, así como del entorno económico global.



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